Cuando el miedo te inunda eres más propenso al hackeo
¿Cómo serían las cosas si los ciberdelincuentes pusieran su
conocimiento de la naturaleza humana al servicio del bien?
Lo más probable es que el mundo digital sería un mundo
mejor, más empático.
Luego de años de producirse muchos casos de hackeo, se puede llegar sin dudad a la conclusión de que
sus manipulaciones ponen de manifiesto un conocimiento muy exhaustivo de las
emociones, necesidades y miedos de las personas.
Podría parecer que están dotados de la capacidad de
adivinación; nos contactan cuando más preocupados estamos con la factura de la
luz, los precios de la cesta de la compra, la inflación o cuando están
esperando un paquete importante.
Al meditar en esto, surge la pregunta: ¿Son los
ciberdelincuentes una suerte de psicólogos o sociólogos?
Probablemente no, pero conocen muy bien cómo funcionan las
necesidades humanas, y cómo el miedo y estrés aparecen cuando estas necesidades
se encuentran amenazadas, afectando a nuestra toma de decisiones.
Por eso, períodos de incertidumbre como el actual son la
materia prima perfecta para nuevos tipos de fraude digital, y debemos estar más
atentos que nunca. La emoción nubla la razón y en la medida en que todos
tenemos anhelos y necesidades somos vulnerables.

Maslow y las necesidades humanas
A Abraham Maslow 1908 – 1970, se lo considera el padre de la
psicología humanista, cuya principal premisa es que todas las personas
tienen un intenso deseo de realizar su potencial, para alcanzar un nivel
de autorrealización, estar en armonía consigo mismo y con su entorno.
En definitiva, la tranquilidad.
Teóricamente, las personas nos movemos y actuamos para
satisfacer un conjunto de necesidades, que se ordenan de forma jerárquica,
desde las más básicas a otras más trascendentales.
Solo cuando la base está satisfecha, podemos pasar a
plantearnos las necesidades superiores de autorrealización.
Los ciberdelincuentes son extremadamente buenos detectando
las necesidades y preocupaciones de cada nivel de la pirámide, siempre acorde a
los tiempos.
Estos son ejemplos de
fraudes digitales y debemos aprender a ver las señales de alerta:
Necesidades básicas: Techo, comida, calor, sueño.
La incertidumbre respecto a los precios nos deja a merced de
llamadas que dicen que nos suben el precio de la luz, después nos llaman para
decirnos otra empresa que nos ofrece un descuento considerable... uno no sabe
de quién fiarse, y esa es la mejor opción: damos las gracias, decimos que nos
lo vamos a pensar y que ya contactaremos nosotros a la empresa. Si se ponen
nerviosos… podemos estar seguros de habernos librado de un intento de fraude.
Necesidades de seguridad: Protección sobre los elementos
externos, seguridad, orden, estabilidad, trabajo, eliminación de riesgos o
miedos.
Ofertas de trabajo que llegan milagrosamente a través de sms
o whatsapp, mensajes de la agencia tributaria que nos da una alegría y respiro
diciendo que este año nos devuelven dinero... todo demasiado bonito para ser
real. Y esa es la clave, cuando suena demasiado bien, lo mejor es desconfiar
Necesidades de pertenencia y afecto: Amistad, intimidad,
confianza y aceptación, recibir y dar cariño y amor. Afiliarse, ser parte de un
grupo (familia, amigos, trabajo).
Hay un fenómeno que cogió fuerza durante el confinamiento,
debido al aislamiento social y la falta de afecto, y son los fraudes en apps de
citas.
Estos fraudes han seguido evolucionando adoptando múltiples
caras.
Pero no es la única forma de fraude a través del afecto.
De repente aparece un pariente lejano que llega por sorpresa
a reunirse con la familia y le han retenido las maletas en el aeropuerto por no
pagar las tasas, o ese amigo que hace tanto que no vemos y nos dice "¿ya
no te acuerdas de mí?"… los malos se ponen creativos rozando guiones
sacados de telenovela.
Necesidades de autoestima: que Maslow clasificó en dos categorías:
1. Estima por uno mismo: dignidad, logro, dominio, independencia; y 2. La
necesidad de ser aceptado y valorado por otros, estatus y prestigio.
La relación entre fraude, vulnerabilidad y autoestima es
estrecha. Y la realidad digital ha añadido más complejidad si cabe.
Existen investigaciones que ponen de manifiesto cómo las
compras digitales tienen que ver con la autoestima y el hedonismo.
Las estadísticas, por su lado, muestran que el e-commerce
crecerá en España un 17% en 2022, casi el doble que en la UE.
Con este caldo de cultivo, no sorprende que la paquetería se haya convertido en el sector preferido para realizar ataques de phishing.
Instagram es otro catalizador de la autoestima o de
prestigio. Si tenemos una cuenta personal, o una cuenta profesional, para
nuestro proyecto o empresa, las estafas en Instagram dan para un artículo
entero.
Necesidades de autorrealización: Conocimiento y
comprensión, curiosidad, exploración, realización del potencial personal,
crecimiento personal o lo que llama Maslow, experiencias cumbre.
En estos niveles la creatividad despliega sus alas:
proliferan fraudes más relacionados con criptomonedas, NFT, inversores… público
más selecto, pero no exento de riesgo.
Nuestra debilidad es nuestra fortaleza: Escudo social
frente a la ingeniería social
En tiempos de crisis, mantener nuestra seguridad y la de
nuestros seres cercanos, es fundamental.
Puede que en nuestro círculo conozcamos a alguien que esté
pasando por un bache y sus necesidades le hagan más vulnerable ante alguno de
estos fraudes.
Debemos protegernos unos a otros.
Si recibes un mensaje
que te hace sospechar, tener un amigo cercano con quien poder chequear el mismo
o decirle a quien te llama que lo vas a consultar con un familiar y le
devolverás la llamada, puede darte el tiempo justo para que los malos decidan
abandonar.